Hace menos de una semana que aparecía en numerosos medios de comunicación la escalofriante noticia de que la Policía había detenido a un hombre como posible autor de acoso sexual a 300 menores a través de Internet. El detenido se hacía pasar por menor en Internet utilizando las herramientas de la web 2.0, concepto que ya explicamos en el manual TRANKI PAP@S pero para que a nadie le pille de sorpresa, de forma resumida este concepto representa a las redes sociales, blogs, chats y demás aplicaciones que permiten al usuario compartir en la Red toda la información quiera, consumir contenidos y a su vez crearlos para compartirlos con sus contactos y resto de navegantes. Tras ganarse la confianza de las menores, les hacía propuestas de índole sexual y les molestaba enviando fotografías de poronografía. Los delitos de los que se le acusa pueden poner la carne de gallina a cualquier padre: exhibicionismo, corrupción de menores y pornografía infantil. 300 menores acosadas, sin salir de su casa, con tan solo un ordenador y una conexión a Internet.
Los que ya nos leéis sabréis que se trata de otro caso de grooming en el que un adulto lleva a cabo todo un proceso de seducción y acoso a través de las TIC sobre menores de edad que puede durar semanas o incluso meses. El groomer comienza su acecho confeccionándose un perfil en alguna red social frecuentada por adolescentes, simulando ser otro menor de edad. Poco a poco va ganándose la confianza de menores que navegan desatendidos por sus padres, sin ninguna supervisión o como poco, bajo una supervisión poco eficiente. Pronto comenzará a pedirles fotos o videos de carácter íntimo, todo parecerá muy normal, muy divertido, "es como un juego" suelen decir a sus víctimas. Hasta que consiga la primera foto o video sexual real, a partir de ahí comienza un verdadero calvario para los menores, la sextorsión ... han caído en las redes del groomer y ya no van a poder salir, al menos no sin pedir ayuda. Mientras sus padres o educadores, ajenos a lo que ocurre, no pueden ni sospechar el alcance del problema. Son padres analógicos en algunos casos, en otros sencillamente pasan del asunto.
Algunos de los síntomas más habituales que pueden ayudarnos a detectar que un menor de nuestro entorno está sometido a grooming son los siguientes:
- Modificación de rutinas de forma inexplicable.
- Disminución del rendimiento escolar.
- Cuadros de ansiedad.
- Pérdida de confianza en sí mismos.
- Aislamiento familiar y social repentino.
- Actitud hostil con padres y familiares.
Pere Cervantes, coautor de Tranki Pap@s, lo ha explicado en Aragón Radio 2 el mismo día que salió la noticia. Las conclusiones a la finalización de la entrevista son sencillas: los menores no están lo suficientemente vigilados en Internet y es necesario una mayor toma de conciencia por padres y educadores para combatir este problema.
Aquí tenéis los archivos para escuchar la entrevista:
La noticia completa:
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