Por nuestra profesión estamos convencidos de que para evitar un delito lo principal es prevenir su comisión. A lo largo de TRANKI PAP@S ponemos al alcance de cualquier persona las herramientas y conocimientos básicos que pueden ayudar para evitar madres, padres o educadores y los menores a su cargo, se vean involucrados en una experiencia de este tipo. Si a pesar de todo esto, un menor ha podido ser víctima de algún delito cometido a través de Internet, recomendamos seguir los siguientes consejos:
1.-
Averigua con exactitud qué ha ocurrido. Te ponemos un ejemplo: debemos
saber con certeza si alguien ha utilizado alguna fotografía de tu hij@ para
crear un perfil en una red social donde le insultan, o si por el contrario ha
recibido correos electrónicos con amenazas, o está siendo acosad@ a través de
la red por un desconocido para que le envíe fotografías desnud@.
2.-
Determina cuánto tiempo hace que se produce esta situación. Muchas
situaciones de abuso en la Red, se han manifestado previamente en la vida real,
como en el colegio, instituto, o entre las amistades más cercanas.
3.-
Averigua por propia iniciativa los datos disponibles sobre el autor/es para
la investigación. Por ejemplo cuales son las direcciones exactas de correo
electrónico que ha utilizado. Recuerda que la diferencia entre un guión bajo,
guión medio o un punto, en una misma dirección de correo electrónico puede
suponer que sean tres direcciones de correo electrónico diferentes.
4.-
Aporta las direcciones web y direcciones URL de las páginas web y perfiles
de redes sociales donde hayan ocurrido los hechos. Una web, blog o red
social es como el “lugar de los hechos”, de donde se puede obtener mucha
información. Si no sabemos donde han ocurrido los hechos, no podremos hacer una
investigación completa que nos permite obtener todas las pruebas.
5.-
Es preferible que imprimas todos estos datos para aportarlos, a que los
escribas en un papel. Si no dispones de impresora puedes ejecutar “capturas
de pantalla” y grabarlas en una memoria externa para luego presentarlas en
dependencias policiales. De este modo evitaremos errores de trascripción, que
créenos, son muy frecuentes.
6.- Asesórate
bien antes denunciar. En ocasiones hay conductas en la Red que aunque
pueden parecernos reprochables, no son delictivas, por lo que las medidas se
deberían adoptar en otro ámbito, como el escolar, familiar, ayuda de terapeutas
o psicólogos, etc. No dudes en consultar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
más cercanos a tu domicilio. Hay formas de contactar con la policía por
Intenet, correo electrónico y por supuesto, por teléfono.
7.-
En todos estos pasos no olvides estar tranquil@. Una reacción desmesurada
podría acarrear más problemas. Recuerda que el diálogo con los menores, también
sirve para solucionar otros conflictos, bien sea entre menores, o entre menores
y adultos.
8.-
Es muy recomendable que el menor afectado acuda también a la Comisaría.
Si finalmente decides denunciar los hechos ante la Policía, siempre que sea
posible que el menor afectado te acompañe, ya que puede aportar información que
tú no sabes. Puede que no te haya contado detalles y seguramente sabrá explicar
mejor que nadie lo que ha estado ocurriendo. Piensa que los Policías sabemos en
un primer momento lo que tú y tu hij@ nos contéis.
En nuestras
investigaciones podemos dar fe de que cuando un menor víctima acude a una
comisaría en compañía de sus padres para denunciar un ciberdelito, en cuanto
nos ponemos a hablar “en su idioma”,la información fluye y en la gran
mayoría de las ocasiones se convierte en un colaborador esencial en la
investigación. El menor se siente cómodo con nosotros simplemente porque
estamos en su mundo virtual y deja de vernos como policías adultos.
Ten
en cuenta siempre que la culpa de que se haya cometido un delito la tiene el
delincuente. De poco sirve alarmarnos o perder los nervios cuando somos víctima
de un delito o cuando un menor a nuestro cargo lo es. Conocemos de sobra los
sentimientos que aparecen en las personas cuando son víctimas de alguna
conducta delictiva y cuando las víctimas son sus propi@s hij@s. Los delitos
cometidos por Internet tienen un carácter especial, ya que el anonimato que
supone la red hace que delincuente y víctima tengan una relación diferente a la
que se da en otro tipo de delitos, especialmente cuando la víctima es una
persona que por sus circunstancias especiales (minoría de edad) es más
vulnerable.
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